sábado, 31 de diciembre de 2016

Eventos Importantes

Hay dos momentos de mi vida a los que les dediqué una sólida planificación: cuando me casé y cuando me quedé embarazada. 

Un casamiento requiere mucha planificación. Yo hasta hice un breve curso de wedding planner, y entrevisté a algunas wedding planners que me dieron varios consejos que me resultaron muy útiles.

Durante el embarazo no sólo no me molestó hacerme estudios a cada rato, sino que incluso los disfrutaba. Llegué a hacerme casi una ecografía por mes. Supongo que por ansiedad de madre primeriza. 

Los eventos especiales de la vida se planifican para que salgan lo mejor posible. Entonces ¿Por qué no hacemos lo mismo con el resto de nuestra vida? Una adecuada planificación seguida de las acciones correctas nos ayudarán a alcanzar los objetivos que deseamos para el año próximo. Hagamos que cada día sea un evento importante. Hagamos que nuestra vida sea importante. ¡Felíz 2017!




sábado, 24 de diciembre de 2016

13 Motivos por los que odio las fiestas

1. La hipocresía de la gente. Enfrentémonos a la verdad de una vez por todas: todo el mundo las odia, pero nadie lo quiere admitir. Es igual que el cuento del rey desnudo, todo el mundo lo piensa, pero nadie lo quiere decir para no quedar mal.

2. La obligación de celebrar. Si decís que no estás de humor para celebrar por el motivo que fuera, sos el grinch de las fiestas. No entiendo la razón de tener que estar contento sin motivo.

3. La desorganización crónica. No hay manera de ponerse de acuerdo con tus familiares sobre dónde las van a pasar y con quién, y que todos queden satisfechos. Después estas obligado a brindar y festejar con la mismas personas con las que antes discutiste. Es completamente ridículo. 

4. La pelea de todos los años con tu pareja. Motivos hay muchos, pero el principal siempre va a ser donde se pasa cada fiesta y con quién. Después te podes pelear por quién se ocupa de comprar los regalos, quién gastó más plata, quién no cumplió con todo a tiempo, etc. Motivos para pelearse sobran, en cambio motivos para festejar, sólo porque te obligan. 

5. El consumo desmedido. Cada año tenés que gastarte el aguinaldo (los que lo tienen) y parte del sueldo en comida y regalos. Después quedás en números rojos, y ni siquiera por algo que disfrutaste. 

6. El trabajo que da. ¿A quién le puede gustar correr de un negocio a otro entre el mar de gente que te golpea con sus bolsas y paquetes, y a 35 grados? ¡Y encima después tenés que ir a cocinar con esos 35 grados, pero esta vez con las hornallas y el horno prendido! Si me gustara traspirar a propósito haría aerobics o bikram yoga. 

7. La comida incomible. Tenés para elegir: el pan dulce lleno de frutas abrillantadas (que nadie quiere comer), las almendras con chocolate (que se derriten antes de que puedas probarlas), o esos turrones horrendos (que quedarán de adorno en la puerta de la heladera hasta que se conviertan en piedra). 

8. La decoración espantosa. Lo bueno es que sólo se usa una vez al año. Lo malo es que se usa más de un mes seguido (¡Y nunca falta el desubicado que deja la decoración navideña hasta abril!). 

9. La exacerbación religiosa. Si declarás que sos ateo, judío, musulmán, pastafario o de cualquier religión que no celebre las malditas fiestas, te miran como si les hubieras dicho que te gusta sacrificar vírgenes (o cabras a falta de ellas) sobre un altar invocando a Belcebú. 

10. Los accidentes que se podrían evitar. Y eso incluye a los imbéciles que salen a manejar borrachos, los idiotas que meten manos y ojos cerca de pirotecnia de dudosa procedencia, y los despistados que se rompen dientes por tratar de comer esos turrones de piedra (que anda saber hace cuanto tiempo que están en la heladera). 

11. Los espantosos programas navideños. Como si la televisión no fuera de por si una bazofia, te enchufan estas películas horrorosas que nadie quiere tragarse: Mi pobre angelito, El regalo perfecto (debe ser la película que más odio de Schwarzenegger) o Los fantasmas de Navidad atacan a Bill Murray. 

12. Las costumbres extranjeras. ¿Por qué los obligan a esos pobres tipos a disfrazarse de Papá Noel a 35 grados? ¿Por qué comemos comidas que son más propias del invierno que de nuestro verano? ¿Por qué copiamos costumbres que acá no tienen sentido? 

13. La maldita pirotecnia. Cuando era chica la disfrutaba. Ahora sé que hace sufrir a chicos y adultos con autismo, y también a los animales. Y encima muchos terminan con quemaduras serias y peligrosas por comprar pirotecnia ilegal o por no saber manejarla con responsabilidad. 

Si tuviera plata durante las fiestas haría un crucero por el caribe. Como no tengo, me conformaría como poder pasarlas en el sofá de mi casa, en pijama, comiendo hamburguesas con papas fritas, viendo un maratón de TruTV, con el ventilador al mango. No tengo nada en contra de ver a mi familia. Que vengan con bebidas frías y les hago un lugarcito en el sofá. Pero más de eso no me pidan, estamos en diciembre, y hace demasiado calor para festejar de otra manera. 



sábado, 17 de diciembre de 2016

En el lugar del otro

El 14 de Diciembre salió una nota en el Clarín sobre como la pirotecnia afecta a las personas con autismo. Los comentarios a esa nota me dan mucha bronca, rabia, dolor, impotencia. La mayoría respondió que piensan tirar todos los petardos que puedan comprar, y "que los autistas se jodan, porque sólo son dos veces al año". No puedo creer el nivel de egoísmo e inmadurez que muestran esas respuestas. Esta sociedad no quiere ver ni oír a los discapacitados, no quiere ni saber que existen. 

Una tarde yendo al centro de terapia de Laura me peleé con dos personas, con los dos por el mismo motivo. Los dos estacionaron su auto tapando la rampa de discapacitados. Los dos me dieron una excusa tonta y poco creíble. Ninguno sacó su auto de ese lugar. Yo no necesito la rampa, pero si otra persona la necesita, no la puede usar, porque ninguno pensó en las necesidades de los demás. Me duele que la gente sea tan egoísta, que nadie tenga un poco de empatía por las necesidades del otro, sobre todo si son diferentes a las suyas. 

Imagínense que una de esas personas defensoras de la pirotecnia se quema con un petardo. Va corriendo a la guardia del Hospital de Quemados. Y resulta que en la guardia no hay ningún médico atendiendo, sólo una recepcionista que no desea estar ahí, pero no le queda otra.
  
- Necesito que me atiendan!- exige esa persona. 
- Los doctores están brindando, va a tener que esperar- le responde la recepcionista.
- ¿Pero no deberían estar atendiendo? -se indigna.
- Ellos también tiene derecho a festejar, las fiestas son sólo dos veces al año.
- ¡PERO YO NECESITO QUE ME ATIENDAN! - ya grita el defensor de la pirotecnia. 
- Que mal, bueno,  jorobese. 

Es obvio que nadie le respondería así, pero es para que se den cuenta que feo es estar del otro lado, y que usen tus mismos argumentos en tu contra. Tendríamos que acostumbrarnos a pensar un poco más en el otro. Porque si hoy no te importa lo que el otro necesita, un día el otro vas a ser vos, vas a necesitar a alguien, y no le vas a importar a nadie. 

Actualización del 25 de Diciembre 
Esta noticia sale cada año después de las fiestas, cuenta el número de heridos por pirotecnia atendidos en hospitales públicos. Esto se podría evitar, con un poco de sentido común, pero la gente que maneja mal la pirotecnia evidentemente no lo tiene. 
Más de 80 heridos por uso de pirotecnia y descorches en Buenos Aires

sábado, 3 de diciembre de 2016

Budín de Nueces

Ya estamos en Diciembre, y cuando nos queramos acordar vamos a tener las fiestas a la vuelta de la esquina. Este año Angélica Berríos de Bizcochos y Sancochos nos invitó a varias blogeras amantes de la cocina a un Parrandón navideño para compartir recetas. Yo elegí este budín de nueces de Blanca Cotta porque es el favorito de mi esposo. 

Ingredientes
  • 125 g de manteca
  • 100 g de harina 0000
  • 150 g de azúcar
  • 200 g de nueces peladas
  • 4 huevos 
  • Un chorrito de esencia de vainilla
  • Una cucharita de polvo para hornear
Preparación

Prender el horno para mantenerlo caliente. Triturar en una procesadora la manteca cortada en trozos, la harina, el azúcar y el polvo de hornear. Pasar a un bol. Triturar las nueces  dejándolas gruesas, agregar al bol donde están los otros ingredientes. Agregar la esencia de vainilla y los huevos. Mezclar suavemente hasta que todo esté unido. Pasar a un molde de budín inglés enmantecado y enharinado, y cocinar a 200 grados entre 45 minutos y una hora. Estará listo cuando al pincharlo con un palito tipo brochete salga completamente seco. Desmoldar y dejar enfriar antes de servir. Esta receta es riquísima, espero que la disfruten tanto como yo. 



sábado, 26 de noviembre de 2016

Lo pienso y no lo digo

- Tenés que organizarte mejor, es por el bienestar de tu hija. (Tenés razón, la próxima vez voy a tratar de enfermarme durante las vacaciones para no faltar a la reunión de padres de la escuela.)

- Si la nena no se duerme no le puedo hacer el estudio. (Mirá, es justamente por las alteraciones del sueño que la neuróloga me pide una polisomnografía. Si fuera fácil dormirla no estaríamos acá.)

- Acá hacemos la resonancia, pero no damos los turnos. Lo tenés que pedir por teléfono. (Muchas gracias por hacerme perder el tiempo.)

- ¿No la mandaste al jardín? Pero ella necesita ir. (¡Claro! La voy a llevar igual a pesar de la tos que tiene, y vamos a caminar 10 cuadras bajo la lluvia ¡Seguro que no le va a hacer mal!)

- No te puedo compensar la sesión de terapia que perdió. Si me hubieras avisado antes... (Si yo fuera Tormenta y controlara el clima, te hubiera avisado antes. O si fuera adivina, y supiera cuando el cielo se va a caer a pedazos, te hubiera avisado antes. Pero no soy ninguna de las dos.) 

- No podemos facturar menos, es por gastos administrativos. Además, la obra social tarda mucho en pagarnos. (¿Y eso justifica que le den tres sesiones de terapia por semana, pero a la obra social le facturen el doble? ¿Donde tenés el arma? Porque esto es un robo.)

- ¿Como vas a estar cansada si no trabajás? (¡Claro que no trabajo! Solamente llevo a la nena al jardín, la voy a buscar, hago el almuerzo, la llevo a terapia, volvemos de terapia, hago las compras, la baño, hago la cena, la acuesto a dormir, la llevo a la pediatra, la llevo a la neuróloga, voy a la obra social a autorizar las recetas, pago las cuentas, lavo la ropa, lavo los platos, y de vez en cuando todavía tengo la mala costumbre de querer comer, ducharme y dormir. ¡Pero no tengo que estar cansada porque NO TRABAJO!)

sábado, 19 de noviembre de 2016

Por que no disfrutar en donde quiera que estés

María Paula Kumert de Soy Pau sigue con la serie Lo que tu corazón desea, y en su entrada más reciente preguntó ¿Cómo querés pasar el tiempo? Yo me puse nostálgica. Le confesé que extraño mucho las ociosas tardes de verano que pasaba con mi amiga Barbara en el Parque Rivadavia. (Sí, ya sé, mis recuerdos parecen salidos de esta canción)


Pero después me acordé de otra canción. Lau va cambiando sus gustos en dibujos animados y hace poco tuvo un breve período en el que se volvió fan de la intro de Steven Universe. Al terminar esa fuimos escuchando otras canciones de la serie, y en algún momento apareció esta canción:  



Sólo con ver el video te das cuenta que Steven y sus amigos están varados por algún tiempo en lo que parece ser un isla, pero eso no impide que lo pasen bien (excepto por la parte del ataque del pez gigante).

No estoy diciendo que me gustaría irme a una isla desierta. Vi demasiados programas de supervivencia al desnudo y no es una experiencia por la que quisiera pasar. Lo que creo es que deberíamos adoptar esa filosofía si queremos ser/vivir más felices: tratemos de pasarlo bien en donde estemos. Pero siempre con sentido común, por favor. Con esto quiero decir, por ejemplo, no se pongan a contar chistes en un velorio, y no vayan a decir que yo les recomendé hacer eso.

Aunque la filosofía es buena, no estaba segura que esto fuera posible, así que les voy a contar lo que pasó el jueves. En el jardín de Lau tienen un ciclo de cine de animación no comercial una vez al mes.  El jueves les pasaban El libro de la vida (si no la vieron, es muy recomendable). Laura se la bancó un rato, pero a los 15 minutos se levantó y empezó a pararse frente a la pantalla. Traté de sentarla otra vez, se puso nerviosa, y empezó a tirarse al piso y hacer un berrinche. Yo también me puse nerviosa. La estábamos pasando mal las dos.

Hicieron una pausa para desayunar. Un compañero del jardín de Lau cumplía años y la madre había llevado chocotorta. Laura se calmó lo suficiente como para comer, y a mí también me dieron una porción. (Estaba riquísima! =P) Después continuamos el resto de la película en un aula al costado del cine. Ella se puso a jugar con bloques y miraba de reojo la película por un ventanal que nos permitía ver toda la pantalla. Los chicos pudieron ver la película tranquilos, Lau estaba tranquila, yo estaba tranquila. Comimos una rica torta y nos quedamos hasta el final de la película. Parece que a veces se puede pasarla bien en donde quiera que estés. 

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Perros de asistencia

Desde que el ser humano domesticó al perro este se ha convertido en un compañero de vida y un aliado importante. Los perros poseen habilidades muy útiles e indispensables para ciertas tareas que no podríamos realizar tan bien sin ellos. 

  • Ayudan a encontrar personas extraviadas en derrumbes o aludes de nieve
  • Detectan drogas o explosivos
  • Colaboran con los bomberos en los rescates
  • Ayudan a atrapar o ahuyentar ladrones 
  • Sirven de guía a personas no videntes
En materia de discapacidad se ha avanzado mucho. Actualmente la ayuda de los perros de asistencia se han diversificado hacia otras discapacidades. Pueden ayudar a su compañero humano a prevenir ataques de epilepsia o bajas de glucosa en diabéticos.


Un poco de historia

Los perros han ocupado un lugar muy importante en la historia de la humanidad, esta es una historia conocida, pero ¿Dónde comenzó todo? 

La historia se va hasta hace 10.000 o 15.000 años atrás; al lobo. El lobo trabajaba en conjunto con el hombre. Ellos se encargaban de cuidar el alimento y provisiones de otros mamíferos depredadores, ponían orden en los rebaños y eran guardianes expertos de los campamentos; a cambio, el hombre los alimentaba.

No estamos seguros si el hombre vino al lobo o fue al revés; sea como sea ambos bandos aprovecharon la situación, el hombre utiliza al lobo cazando, cuidando y vigilante y el hombre lo alimentaba. Se conoce que los lobos son muy sociables, les gusta andar en grupo -en manada-, igual que al hombre; respetando jerarquía y siempre observando  que en la cabeza haya líderes.

Esta característica de tener un líder y respeto por las jerarquías es un elemento determinante porque facilitan tener un animal en casa y domesticarlo. Con el tiempo, el hombre observó las cualidades expansivas de dominio, control, inteligencia, habilidad  e incluso el aspecto afectivo. Este análisis lo llevó a exigirle más al lobo con respecto a comportamiento y aspecto. Y aquí se deriva en una especie que nace a partir de aspectos multifactoriales: el perro.

La historia marca distintas etapas en la vida de los canes; incluso en la Edad Media se convirtió en un símbolo de estatus social, proporcionando cierto prestigio al hombre. Es esta época que las razas caninas comenzaron a ser variadas y la crianza comenzó a especializarse por aspecto, comportamiento, función zootécnica y  cualidades intrínsecas que los llevan a tener una relación afectiva con los humanos.

Para el mundo de los perros, ayudar y colaborar es parte de su ADN, comprobada la teoría que descienden del lobo gris, podemos ir descubriendo de qué manera el perro tiene disposición a cooperar entre ellos y luego con el humano.

Primeras experiencias con perros de asistencia en TEA

El primer can entregado a un niño autista fue en Canadá en 1996, por el National Service Dogs. Al principio, esta asociación entrenó a los perros para ayudar a los pequeños a “integrarse mejor a la sociedad, reducirles las conductas de fuga y mejorar la calidad de vida de la familia”. Estos acompañantes actúan como agentes movilizadores: refuerzan la conducta, catalizan las emociones y ayudan a fomentar la socialización, la atención, concentración y la autoestima.

Estos factores están documentados y confirmados por distintos científicos, como el estudio publicado en la revista Plos One Por Marguerite E O´Haire y sus colegas de la Universidad de Queensland, Australia en que afirman que  la “presencia de un animal puede aumentar significativamente las conductas sociales positivas en los niños con trastornos del Espectro del Autismo” (TEA). De acuerdo al mundo científico, los principales beneficios de contar con un can para el tratamiento de TEA, son:

Disminución/reducción de conductas de fuga: Al tener un anclaje, por medio de un arnés, la posibilidad de querer correr disminuye debido a que el compañero de cuatro patas no reaccionará sólo hasta que reciba la orden.

Reducción de conductas estereotipadas: En este punto, (Burch 2003) comenta: “Los pacientes con esterotipias como el balanceo, aleteo de las manos o que hacen ruidos, pueden mostrar menos conductas de falta de adaptación en presencia de un animal”.

Ayudan a tolerar los tiempos de espera y aumenta la tolerancia a la frustración: La presencia del perro ayuda a que el niño frene su deseo a realizar acciones impulsivas o inmediatas.

Aumentan la interacción social y habilidades sociales: Debido a la compañía del can, la percepción del mundo social impacta de manera distinta en la vida del pequeño; conteniendo algunas muestras que detonen un comportamiento debido derivado del TEA como querer huir o algún ataque.

Incrementan la atención y concentración; aumenta el contacto visual y la comunicación verbal y no verbal: Ayuda a que exista más atención y concentración en movimientos, expresión del cuerpo y señales que el mismo can detecta y le envía a su compañero.

Es interesante observar que estos beneficios se derivan de la actitud de apoyo y lealtad que los perros han mostrado a lo largo de la historia.  El hombre, siempre buscador encontró importantes claves para lograr una interacción más profunda con estos animales. Pareciera que entre los caninos “el hoy por ti y mañana por mí” se debe  a un mandato genético de supervivencia y adaptación que los coloca en un lugar importante y muy relevante para la sociedad.

Podríamos decir que estos grandes compañeros son una extensión de nosotros mismos cuando no logramos encontrar cabida y ellos llegan para abrir posibilidades de interacción, concentración y aclimatación emocional y social.

La Fundación Bocalán entrena y entrega perros entrenados para asistir a su compañero humano con la finalidad de mejorar su calidad de vida. Estos perros tienen una pechera de color que ayuda a identificarlos. Si ves un perro con una pechera de color:

  • NO lo distraigas
  • NO lo llames
  • NO lo acaricies
  • Es un perro de asistencia, y está trabajando

Guiness trabajando en los semáforos

En este contexto, podemos decir que los perros de asistencia son encantadores cómplices,  se transforman en una prolongación del niño, se traducen en parte de su pulso y reflejan el monitoreo constante que a su compañero de vida le dan. Este vínculo se afianza con el tiempo y da frutos importantes para una manera de apoyar al paciente y a su familia.

Reflexión

Trasciende recalcar que aunque los perros no posean un lenguaje tan complejo como el humano, su capacidad e inteligencia a la hora de comunicarse y cooperar es maravillosa y su nobleza hacia los humanos no tiene límites. De esta manera es como los debiéramos recordar, mencionar y valorar.

Este post lo escribí en colaboración con Angélica Cervantes, de Bienestar Animal. En su blog habla de la importancia de la comunicación con la naturaleza, los animales y su entorno. A veces nos olvidamos que nosotros también formamos parte de ese mundo, perdemos esa conexión, y Angelica nos ayuda a recuperarla. Está dedicado a todas las criaturas Azules, y a los compañeros cuatro patas que dedican su vida al servicio y compañía de estos pequeños y de sus familias.

Para seguir leyendo
Fotos: Miguel Angel Signes Llopis

sábado, 5 de noviembre de 2016

Entrenamiento de combate

Ser mamá azul (o de otro color) requiere de mucho entrenamiento. Entrenamiento de:
  • Soldado
  • Karateka
  • Ninja
  • Jedi
Si sumamos todo eso, creo que lo más parecido que hay es Batman. O Sarah Connor. Estas son algunas de las habilidades que desarrollamos las madres azules (y de otro colores):



  • Somos expertas en combate cuerpo a cuerpo.Es indispensable para vestir al peque, cambiarle los pañales, bañarlo, lavarle los dientes o cortarle las uñas (cortar las uñas a un niño con TEA es toda una odisea).
  • Somos expertas en química. Pregunten a las mamás que deben lidiar con alergias alimentarias, son una combinación de Dr. House con Walter White.
  • Somos maestras del disfraz y camuflage. Cuando tratás de combinar la ropa que te queda limpia, con algo que no esté roto o descosido, o con algo que no le faltan botones, y que además te entre (no voy a entrar en detalles de las luchas con los talles de los pantalones).
  • Tenemos disciplina militar. El horario de las siesta es una hora de reloj, si o si. Si se pasa aunque sea 10 o 15 minutos, sé que lo voy a lamentar cuando sean las dos de la mañana, y la peque aún esté despierta como si se hubiese tomado una docena de Red Bull.
  • Sabemos responder ante situaciones de peligro y estrés, y estamos evaluando imprevistos continuamente. Si alguien pudiera ver con mis ojos notaría que he desarrollado una mira similar a la de Terminator. Mi hija no tiene noción del peligro, por eso yo tengo desarrollado un radar hipersensible.

  • Tenemos muy desarrollada la capacidad para superar circunstancias traumáticas (resiliencia).
  • Estamos naturalmente entrenadas para entender gestos, señales, miradas, monosílabos. Aprender un código nuevo sería un juego para nosotras. 
  • Tenemos los sentidos mucho más desarrollados.
  • Sabemos mejor que nadie donde conseguir suministros. Comida, bebida, medicamentos. Lo que haga falta, una madre azul lo consigue.
  • Desarrollamos un GPS para encontrar y recordar donde hay baños que se puedan usar. Mc Donalds sí. Burguer sí. Starbucks sí. Estaciones de servicio NO (sólo en caso de extrema urgencia, suelen estar MUY sucios).
Creo que si hubiera un apocalipsis zombie, las madres azules (y de otros colores) seríamos las mejor preparadas. Y si no hubiera ningún apocalipsis, sabemos que todo ese entrenamiento sirve para darle una mejor calidad de vida a nuestros hijos. 

sábado, 29 de octubre de 2016

El estrés de las madres azules (y de otros colores)

Hace tiempo leí en esta nota que las madres de chicos con TEA vivimos en un estado de estrés continuo, similar al que vive un soldado en medio de un enfrentamiento bélico. Después encontré otra nota que afirma que las madres de niños con TEA tienen niveles más altos de estrés que madres de niños con otras discapacidades. Si a eso le agregamos un estudio que dice que convivir con un hombre es tan agotador que equivale a 7 horas de trabajo para la mujer, eso nos deja prácticamente al borde de un colapso nervioso. 

Y eso sin contar con lo divertido que es ir a la obra social a hacer trámites, en vez de facilitarte algo que ya de por si es complicado, lo único que saben hacer es ponerte cada vez más obstáculos, porque lamentablemente para ellos la salud es un negocio, y cada afiliado debe reportarles ganancias y no pérdidas. Y un discapacitado para ellos es una pérdida constante de plata.

Respiremos profundamente. ¿Un poco mejor? Entonces continuemos. Nuestro cerebro tiene dos respuestas básicas para las situaciones de estrés: Huir o atacar. Muchas veces quise huir de la obra social, es preferible hacer eso a dejarme llevar por mi lado salvaje y golpear a la empleada más molesta con el objeto contundente que tenga más a mano (como el teclado de su PC, por ejemplo). Pero como ninguna de esas opciones nos solucionan el problema, busquemos otras alternativas.

Para que la obra social no nos pase por encima, es indispensable tener una adecuada asesoría legal. Muchas veces la obra social se niega a cubrir tratamientos que deberían cubrir porque se aprovechan de la ignorancia en materia legal de los afiliados. En esta página hay información legal sobre los derechos que nos corresponden para saben que podemos reclamar ante la obra social y otros organismos. Si la obra social no cumple con lo que corresponde, se puede hacer el reclamo correspondiente en la Superintendencia de Salud. La otra opción es recurrir a un recurso de amparo, como último recurso.

Que podemos hacer con el esposo: pedir ayuda y delegar algunas tareas antes de colapsar. Que se quede un día a cargo de la criatura para poder salir a tomar algo con una amiga, o ir a la peluquería. No es una cuestión de egoísmo o frivolidad. Estar a cargo de una persona con necesidades especiales es muy desgastante, tanto física como emocionalmente. Por eso es necesario también cuidar de nuestra salud y tomar un descanso, y cuando estamos al cuidado de otra persona las 24 horas, los 7 días a la semana, olvidamos cuidarnos nosotras mismas. 

Para poder manejarse mejor con los chicos, si la discapacidad lo requiere, se puede solicitar un acompañante terapéutico con una orden del pediatra o neurólogo de cabecera en la obra social. Depende de cada caso si autorizan la cobertura o no. Otra opción es adoptar un perro de asistencia.

Con los chicos sólo nos queda tener paciencia. Sé que suena trillado. Pero yo no lo digo mirando desde afuera, desde la persona que da ese consejo sin saber todo lo que implica. Lo digo conociendo profundamente el cansancio, el agotamiento, las horas sin dormir. Yo digo que hay que tener paciencia siendo completamente consciente de la pesada mochila que llevamos las madres azules (y de otros colores también). La recompensa llega con cada pequeño avance que dan, y con cada abrazo que recibimos. Las madres azules sabemos lo sincera que es esa muestra de afecto. Y eso lo compensa todo.

sábado, 22 de octubre de 2016

La magia del orden

Hace poco conseguí el libro La magia del Orden de Marie Kondo. En el primer capítulo dice que si organizás todo de un tirón, cambia tu mentalidad. Si vas ordenando "de a poco" no sólo no vas a notar ningún cambio, sino que además es muy fácil llevarse por el viejo hábito de dejar todo como está (o sea, desordenado). En cambio, si ordenás y organizás todo de una vez, todo cambia, porque si está ordenando sólo hay que mantenerlo así, y mentalmente nos ayuda a no desear que haya otra vez cosas fuera de lugar. 

Hace tiempo que quiero poner esto en práctica, así que el miércoles pasado (hubo mucha tormenta, no fuimos al jardín ni a terapia) puse manos a la obra. 

En el comedor
  • Pase la franela por los muebles
  • Limpié la pantalla de la tele con el líquido para superficies delicadas
  • Junté todos los juguetes tirados y los llevé a la habitación de Laura
En la cocina
  • Lavé los platos
  • Limpié las hornallas
  • Limpié la puerta del horno eléctrico
  • Limpié los estantes de la heladera
  • Limpié el cajón de las verduras
  • Limpié la bandeja de huevos de la heladera, aprovechando que está vacía
  • Actualicé la lista de compras (tengo que comprar huevos)
  • Saqué la basura
En el lavadero
  • Lavé una tanda de ropa
  • Saqué la ropa limpia y seca, y la guardé
En la habitación de Laura
  • Guardé la ropa limpia
  • Guardé los juguetes tirados (y ella los volvió a sacar)
En mi habitación
  • Colgué las carteras
  • Doblé una montaña de remeras que aún no tienen su lugar definitivo desde la mudanza
  • Guardé las camperas en el placard
  • Hice la cama (y Laura la deshizo para jugar con sus autos) 
Al finalizar estaba agotada, pero muy satisfecha con el resultado. Al día siguiente pasó algo curioso: Pablo empezó a ordenar una pila de papeles que quedó sobre el modular, guardó lo que servía y desechó lo que no servía. Estaba todo tan ordenado que esa pila de papeles estaba completamente fuera de lugar. Luego acomodó unos libros donde antes estaba lleno de papeles. ¡Quedó perfecto! Lo curioso es que si yo le hubiera pedido que lo haga quizás lo hubiera dejado pasar porque no era algo urgente. 

En otro capítulo del libro Marie dice "Cuando alguien empieza a organizar, detona una reacción en cadena". Yo les aconsejo que lo prueben, y después no olviden contarme cómo les fue.  

viernes, 14 de octubre de 2016

¿Donde está mi diploma?

Donde esta mi diploma! Donde está mi diploma!  Donde está mi diploma! 

Hace un tiempo vengo desarrollando la teoría que a las madres de chicos con alguna discapacidad tendrían que darnos un diploma, porque aunque no somos especialistas, tenemos que aprender por la fuerza nociones de:
  • Pediatría
  • Nutrición y trastornos alimenticios
  • Alergias (a alimentos y/o medicamentos)
  • Neurología / Neuroplasticidad
  • Comunicación no verbal
  • Psicología
  • Terapia ocupacional
  • Terapia conductal cognitiva
  • Fonoaudiología / Trastornos del lenguaje 
  • Estimulación temprana
  • Estimulación sensorial
  • Musicoterapia
  • Psicomotricidad
  • Integración escolar 
  • Trastornos de sueño 
  • Floortime
  • Resolución de conflictos
  • Manejo del estrés
  • Resiliencia
  • Abogacía (Derechos que corresponden legalmente por discapacidad, obligaciones de la cobertura médica, que hacemos cuando estas no se cumplen en tiempo y forma)
A ningún estudiante le meten de golpe tantas materias juntas y nadie pretende que se aprenda todo esto al mismo tiempo. Las madres y padres de chicos con TGD, TEA o alguna otra discapacidad TENEMOS que hacerlo por la simple razón porque NO NOS QUEDA OTRA. Lo hacemos porque queremos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para mejorar su calidad de vida.

Y a todo eso se suma que hay que aprender a la fuerza a ser paciente y tolerante cuando te miran mal, cuando te condenan socialmente por la "mala conducta" de tu hijo, cuando te dicen que lo estás malcriando, cuando te dicen que es una barbaridad que siga usando chupete, mamadera o pañales. ¿Como no voy a tener crisis de nervios cada dos por tres? Otro en mi lugar ya hubiera explotado. 

Pero no explotamos. O si lo hacemos, nos juntamos y nos volvemos a armar. Y seguimos. Pero no por obligación, sino porque elegimos hacerlo. Felíz día a las madres azules, y a las de otros colores también.

martes, 4 de octubre de 2016

Objetivos específicos para mujeres desbordadas

Cuando empezó Septiembre pensé que me gustaría retomar la idea de un libro que me encanta (Cinco deseos, de Gay Hendricks) y escribí mi lista de deseos y que acciones tomar para conseguirlos.


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A fin de mes tuve que reconocer que no me había funcionado, y traté de entender donde estaba el error para poder corregirlo el próximo mes. Quizás querer lograr cinco deseos juntos es demasiado y sería más sencillo si fueran menos, así que pensé que lo mejor sería concentrarme en tres.

Como si nos hubiésemos puesto de acuerdo, María Paula Kumert de Soy Pau, puso a su vez el reto Lo que tu corazón desea y yo le compartí mi nuevo plan: ya que lo recorté a tres, voy a probar con tres acciones diarias para cumplirlos. Leí varios libros de coaching que dicen que lo ideal es hacer cinco acciones diarias, pero tres suena menos intimidante. Sobre todo para alguien que tiene la agenda sobrecargada (y creo que todos la tenemos).

Pero luego me di cuenta que tres deseos por tres acciones diarias, dan como resultado nueve acciones diarias para sumar a una ya sobrecargada agenda, y así no funciona. Es como empezar el gimnasio y el primer día querer levantar las pesas más grandes. Lo podés hacer una vez, y al día siguiente no vas a poder ni levantarte de la cama.

Ahora creo que el truco consiste el elegir un objetivo y dos acciones diarias, e implementarlas hasta que nos adaptemos a ellas y ya formen parte de nuestra rutina. Tenemos que ir al gimnasio, comenzar con las pesas pequeñas y cuando nos acostumbremos a ellas, cambiarlas por otras más grandes.

En Septiembre me puse tres objetivos y sólo conseguí uno (actualizar el blog una vez a la semana). Pero ahora que ya no me resulta difícil, puedo enfocarme en otro objetivo. Eso significa que ya puedo pasar a una pesa un poco más grande.

Y vos, ¿ya elegiste tu objetivo?
¿Que pesa vas a levantar hoy?


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Me encanta este cartel, pero me parece que debería decir "Recuerda cómo empezaste"