miércoles, 20 de abril de 2016

Cambio de planes

"Lo predecible de la vida es que es impredecible"
Remy en Ratatouille

Hoy fuí a una farmacia a comprar un chupete. La cajera me dijo: "No es conveniente que use el chupete después del año y medio" refiriéndose a Laura, que mientras esperaba que yo pague para irnos, se entretenía haciendo hileras con las cajitas de pastillas Tic Tac. Yo la miré con la mejor onda que pude y le contesté: "Sí, pero a los chicos con autismo les cuesta más dejar el chupete." "Ah". Y ahí terminó el asunto. 

No me interesa hablar de la gente que se mete donde no la llaman. Me puse a pensar en todos los planes que hago y que siempre, por algún motivo o varios, no salen como yo quería. Tenía planeado arrancar el blog en Marzo, pero lo tuve que posponer hasta finales de abril por el caos de la mudanza. Tenía planeado que Lau se adapte al jardín, pero si se da cuenta que salí del aula, aunque sea por 5 minutos, se pone a llorar desconsoladamente, se tira al piso y la maestra no puede calmarla por más que lo intente. Tenía planeado que este blog trate de mis intereses emprendedores, pero no puedo dejar de lado un tema que me preocupa (y me ocupa) casi el 90% de mi tiempo (el otro 10% del tiempo estoy durmiendo).

En el rol de mujeres, de hijas, de madres, de emprendedoras, o de lo que nos toque vivir, siempre vamos a estar haciendo planes, y la vida se va a encargar de cambiarlos. ¿Eso significa que tenemos que dejar de hacer planes? Yo creo que no. Hay que hacerlos, pero sabiendo que todo puede cambiar. Y a veces el cambio no es tan malo.