sábado, 28 de enero de 2017

Intensamente azul

- ¿No entiendes cómo se debe de sentir? Obviamente se siente triste por Cedric y confundida de que Harry le guste y culpable por besarlo, angustiada porque Umbridge quiere echar a su mamá y espantada de reprobar los TIMOs por tantas preocupaciones. 
- Una persona no puede sentir todo eso. Explotaría. 
- Tú tienes la gama emocional de una cucharilla de té.
Harry potter y la Orden del Fénix


¿A alguien le pareció exagerada la cantidad de emociones que Hermione cree que siente Cho? Déjenme contarles como se siente ser una madre azul. Sentimos:

  • Tristeza por todas las dificultades que enfrentamos.
  • Alegría al ver que mi pequeña azul aprendió algo nuevo.
  • Dolor al ver que los chicos neurotípicos aprenden muchas más cosas y más rápidamente.
  • Emoción cuando viene y me abraza porque quiso hacerlo.
  • Furia cuando leo o escucho que alguien usa el termino "autista" como insulto.
  • Miedo cuando veo que no obedece la orden de no bajar a la calle sola. 
  • Frustración cuando intento por todos los medios que me preste atención y no lo consigo. 
  • Vergüenza cuando empieza a hacer un escándalo en en medio de la calle, en el supermercado o en un negocio y siento que todos me están mirando.
  • Preocupación porque no sé si alguna vez va a poder manejarse sola o si va a ser una persona dependiente toda su vida. 
  • Ternura cuando la veo dormida en su cama.
  • Angustia cuando pienso que no sé si alguien la va a cuidar cuando yo no esté para hacerlo. 
  • Enojo cuando me la paso ordenando y ella vuelve a tirar todos los juguetes al suelo, y ya que está, la ropa limpia y mis sábanas también. 
Y además de todo eso también siento:
  • Sueño cuando son las dos, las tres, las cuatro de la mañana, y todavía no logré hacer que se duerma.
  • Hambre cuando tengo que salir volando para no llegar tarde a terapia y no tuve tiempo para almorzar.
  • Cansancio y estrés por todo lo anterior. 
La vida de las madres y los padres azules es muy intensa. 

sábado, 21 de enero de 2017

Como se concilia siendo una madre azul

 En diciembre hubo un debate sobre conciliación en el grupo de Facebook Escribe y Vende de Paula Lesina. Es interesante ver como todas tenemos diferentes conceptos de lo que significa conciliar. Me quedé pensando si es posible conciliar la vida laboral y la vida familiar siendo una madre azul. Yo creía que para mí era prácticamente imposible. Pero cuando no sabemos mucho sobre un tema lo mejor es consultar con una experta.

Nora Martinez Thomas es coach ontológica, asesora a madres que desean trabajar desde su casa y se especializa en el equilibrio entre trabajo y familia. Ella nos explica mejor el concepto de conciliación: 


Conciliar no es que trabajes sin ninguna interrupción. ¡Trabajando en casa es imposible! Porque no es que es tu espacio de trabajo y punto. Es tu espacio de trabajo, más tu espacio de vida, más el espacio de vida del resto de tu familia. Por eso es que no sirve intentar trabajar como en una oficina, cuya única función es la producir ganancias.


Chicas, si en sus trabajos están avanzando, por más lento que sea (que con niños es lento porque bueno, somos sus madres, es lógico que nos reclamen) pero así y todo están conciliando. Están haciendo que dos facetas de la vida convivan y tengan su espacio.


Creo y (lo digo siempre en mi blog) que cuando trabajás en casa, lo más importante para tener éxito, es poder adaptarte. Adaptarte a tus cambios, a los cambios inesperados de la vida, a los cambios de los niños, y con respecto a los niños, recordar que no van a ser así toda la vida. Crecen. Y, por lo menos por lo que recuerdo de mi adolescencia, en ese momento me escapaba cuanto pudiera para estar con mis amigos.

Trabajo hace más de 9 años en casa. Mis dos hijas nacieron y yo seguí trabajando en casa. O sea, pase de bebés recién nacidos a "deambuladores", a mi reciente combinación de deambuladora + adolescente de la primera infancia. 
Los niños tienen sus necesidades y ellos no pueden aplazarlas porque tenemos que trabajar. Pero nosotras sí podemos adaptarnos y adaptar nuestros trabajos para acompañarlos. Por eso también es importante tener en claro qué tenés que hacer, el tiempo que te lleva hacerlo y el tiempo real que tenés.


Si seguimos la definición de Nora entonces todas, en mayor o menor medida, podemos conciliar. Creo que yo tenía un concepto erróneo de lo que es conciliar, y tiene razón, las interrupciones constantes son inevitables. Pero si aún así podemos conseguir hacer algo productivo, entonces vamos bien. A pesar de que hoy Lau estuvo gritando, desarmando mi cama y tirando mis sábanas limpias al suelo (no sé porqué extraña razón ella considera que se salta mejor sobre mi colchón si no tiene sábanas) aún así me las arreglé para escuchar el webinar de Paula Lesina y redactar dos borradores para mi blog. Me hubiera gustado poder hacer más, pero es lo que pude hacer. 


Si aprendo a negociar entre lo que me gustaría hacer y lo que puedo hacer, no me voy a sentir frustrada. Y así es como se logra conciliar siendo una madre azul (o de cualquier color).