Cuando tengo una crisis, dudas, inseguridades o miedos recurro a mis mentoras virtuales. A veces necesitamos guías en la vida porque nos ayudan a poner un poco de luz donde nosotros solo encontramos oscuridad.
El problema es que por más ayuda que me brindaran, aunque me parecía que iba por el camino correcto, por más que me pusieran un cartel luminoso que dijera ES POR ACÁ, yo no podía avanzar, me frustraba muchísimo, no entendía porqué, y cada vez me sentía peor. Durante mucho tiempo me pregunté porqué sentía como si quisiera correr y tuviera 4 pesas de 10 kilos atadas a cada una de mis extremidades.Tardé demasiado de darme cuenta lo que me pasaba. Pero al final lo entendí.
Cada vez que empiezo algún proyecto pienso: "¿Para que me voy a esforzar si seguro me va a ir mal?" "No tiene sentido, voy a fracasar otra vez" Y la mejor (o peor) de todas: "¿Como voy a ayudar a alguien si no puedo ayudarme a mí misma?" Me repetí tantas veces esa frase que siento que la tengo grabada en el cerebro. ¡No me daba cuenta que esa manera de pensar era mi mayor freno! Yo misma me boicoteo tanto, estoy tan acostumbrada, que no me daba cuenta. Ahora siento como si hubiera salido de la caverna de Platón y por fin puedo ver la luz.
¿Por qué no me daba cuenta que yo era mi peor enemiga? No por que estuviera escondida, sino todo lo contrario. ¡Estaba demasiado a la vista! Y algo que esta demasiado a la vista no nos llama la atención, como creí que había aprendido en La Carta robada de Poe. Pero ahora que la descubrí, de ahora en adelante las cosas se van a poner interesantes. En algún momento pensé en renunciar a mi emprendimiento y a mi blog, pero ahora que sé quién me dio esa "sugerencia" pienso doblar la apuesta. Te doy un consejo: si vos también tenés una enemiga interior, ¡No permitas que te gane!
El problema es que por más ayuda que me brindaran, aunque me parecía que iba por el camino correcto, por más que me pusieran un cartel luminoso que dijera ES POR ACÁ, yo no podía avanzar, me frustraba muchísimo, no entendía porqué, y cada vez me sentía peor. Durante mucho tiempo me pregunté porqué sentía como si quisiera correr y tuviera 4 pesas de 10 kilos atadas a cada una de mis extremidades.Tardé demasiado de darme cuenta lo que me pasaba. Pero al final lo entendí.
Cada vez que empiezo algún proyecto pienso: "¿Para que me voy a esforzar si seguro me va a ir mal?" "No tiene sentido, voy a fracasar otra vez" Y la mejor (o peor) de todas: "¿Como voy a ayudar a alguien si no puedo ayudarme a mí misma?" Me repetí tantas veces esa frase que siento que la tengo grabada en el cerebro. ¡No me daba cuenta que esa manera de pensar era mi mayor freno! Yo misma me boicoteo tanto, estoy tan acostumbrada, que no me daba cuenta. Ahora siento como si hubiera salido de la caverna de Platón y por fin puedo ver la luz.
¿Por qué no me daba cuenta que yo era mi peor enemiga? No por que estuviera escondida, sino todo lo contrario. ¡Estaba demasiado a la vista! Y algo que esta demasiado a la vista no nos llama la atención, como creí que había aprendido en La Carta robada de Poe. Pero ahora que la descubrí, de ahora en adelante las cosas se van a poner interesantes. En algún momento pensé en renunciar a mi emprendimiento y a mi blog, pero ahora que sé quién me dio esa "sugerencia" pienso doblar la apuesta. Te doy un consejo: si vos también tenés una enemiga interior, ¡No permitas que te gane!
Hola Romina, me gusta tu post, lo acabo de leer, entiendo todo eso que sientes y me identifico a pesar que soy una persona muy perseverante, a veces tambien, me boicoteo por el solo hecho que diran los demas o si estoy haciéndolo bien.
ResponderBorrarPero después de saber que soy única con nuestras mentoras virtuales, te das cuenta que eso es lo que debemos hacer, dejar de boicotearnos y seguir adelante. Un abrazo.
Gracias Patricia, yo también suelo ser perseverante, y de ahora en adelante voy a hacer todo lo posible por evitar boicotearme. Yo también aprendí mucho de nuestras mentoras virtuales. Otro abrazo.
BorrarRomina, tu post es cortito pero tan contundente! Yo he llegado a pensar, pero para qué hago un blog de recetas si hay gente haciéndolo mejor que yo, con más experiencia que yo? Cuando salgo de esos trances me doy cuenta que mi visión y manera de hacer las cosas es distinta a lo demás y por eso vale la pena y lo disfruto. Sigamos adelante que cosas buenas están por venir. Un abrazo!
ResponderBorrarGracias por tu comentario Angélica, creo que el secreto está en encontrar nuestra propia voz para diferenciarnos. Otro abrazo!
BorrarRomina! Gran post, a todas nos pasa, dudamos primero de nosotras y luego de lo que podemos hacer aunque el camino esté claro.
ResponderBorrarYo tengo desde julio este bloqueo de "¿De verdad soy capaz de escribir y ayudar a alguien con esto?" Y aunque el blog esté montado ¡Yo no logro escribir nada! es super frustrante, así que a quitarse la pesa y lanzarse al ruedo! VAMOS!
Ay Gabi, a veces tenemos que tener un poco más de confianza en nosotras mismas. Gracias por comentar y suerte con Diario Raíz.
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